En las últimas tres décadas se han producido cambios significativos en la Ortodoncia. Entre ellos la adhesión directa y la evolución de los materiales de cementado, el uso de brackets de cerámica o de zafiro y arcos de alambres superelásticos y termoactivables. Pero sin dudas la gran revolución fue el descubrimiento y aparición de los brackets preajustados que otorgan información tridimensional.
    
                           
      
     Este avance tecnológico permite al ortodoncista tener un mejor y mayor control de los movimientos dentarios, pero de ninguna manera aportan soluciones mágicas, sólo son aditamentos de transmisión de fuerzas hacia la pieza dentaria, está en el correcto diagnóstico y plan de tratamiento, la elección del tipo de alambre,  elastómero, cadena elástica, resorte o algún otro material disponible, la correcta utilización y una buena mecánica de tratamiento y la destreza del ortodoncista lo que hace al éxito de la solución de la patología que presenta el individuo.


                   


     La técnica correcta para la utilización de un aparato preajustado supone un movimiento suave y progresivo y de liberación de fuerzas leves y constantes, es aquí en donde el ortodoncista debe tener la paciencia necesaria para no tratar de sustituir pasos en el afán del paciente de acerelar el tratamiento para disminuir el tiempo del mismo.